El burnout es un síndrome de agotamiento y depresión, ya sea que afecte al ámbito profesional o privado (familiar, social). En ambos casos, las causas y los síntomas son idénticos: agotamiento total del cuerpo físico, así como de las emociones y la mente.
Burnout procede del inglés y significa literalmente «quemarse por dentro».
El burnout o síndrome de desgaste profesional, es un proceso gradual de desgaste, con una sensación paulatina de estar sobrecargado/a de trabajo, sin que al principio haya señales lo suficientemente importantes como para alertar a quien lo padece.
La causa de este agotamiento, con sus repercusiones perjudiciales para el equilibrio emocional y físico, se encuentra en el estrés. Caldo de cultivo del burnout cuando se vuelve excesivo y repetido. El estrés crónico contribuye a asfixiar a la persona.
Al principio, este estrés provoca una gran fatiga, que rápidamente se convierte en agotamiento. El burnout comienza con el agotamiento emocional y tiene un efecto duradero en el estado de ánimo. Le sigue el agotamiento físico.
Causas del burnout
● Estrés crónico y permanente
● Presión continua para rendir
● Exceso y sobrecarga de trabajo
● Acoso, injusticia, mobbing
● Conflictos, falta de armonía
● Exigencias constantes, tener que decir «sí» todo el tiempo
● Trabajar con prisas
● Asumir cada vez más responsabilidades
● Falta de reconocimiento
● Monotonía, tareas repetitivas
● Abuso de autoridad
● Periodos de descanso demasiado cortos
● Horas extraordinarias
Si te reconoces en 5 o 6 puntos, mantente alerta y trata de encontrar soluciones lo antes posible para evitar que la situación empeore.
Síntomas del burnout
● Agotamiento físico, cansancio extremo
● Agotamiento emocional
● Emociones reprimidas (ira, tristeza y miedo)
● Agotamiento mental, el trabajo ocupa todos los pensamientos
● Sentimiento de fracaso
● Miedo a no ser lo suficientemente bueno, sentimientos de incompetencia
● Desvalorización, pérdida de autoestima
● Pérdida de interés y motivación
● Problemas para dormir, sueño intranquilo, soñar con el trabajo
● Dificultad para conciliar el sueño
● Dificultad para despertarse
● Cualquier esfuerzo parece insuperable y cansancio previo
● Problemas digestivos
● Aumento o pérdida de peso
Cuanto antes detectes las señales, antes podrás hacer una pausa para recuperarte, hacer balance y volver a ponerte en pie.
No cometas el error de llevarte al límite. Tardarás mucho más en recuperarte y volver a la normalidad. Se necesita tiempo para regenerarse. Sé paciente y amable contigo mismo/a.
Consejos preventivos
1. Tu cuerpo te está dando señales para que pares, hazle caso. Tómate unas vacaciones o, por lo menos, unos días libres lo antes posible.
2. Descansa, duerme entre 8 y 10 horas. Mantén un horario regular para dormir bien (acuéstate a las 22 h y levántate entre las 6 y las 8 h). Utiliza aceites esenciales o plantas para conciliar el sueño.
3. Come ligero, con fruta (rica en vitaminas), verduras preferentemente cocidas (naturalmente ricas en minerales y fibra), cereales integrales (ricos en vitaminas del grupo B) y un poco de proteína (carne blanca o legumbres). Es necesario aliviar el sistema digestivo con alimentos sencillos y fáciles de digerir. Un tratamiento con probióticos puede ser una buena idea para reponer la flora intestinal.
4. Pasea por la naturaleza, en el bosque, entre el verde. El color verde tiene un poderoso efecto regenerador. Respira hondo. Tómate tu tiempo para bajar el ritmo y escuchar el canto de los pájaros. Camina despacio y conscientemente, admirando los árboles y las plantas…
5. Aunque te sientas agotado/a, haz balance. Es importante entender qué te ha llevado al agotamiento, para evitar cometer los mismos errores en el futuro. Puedes anotar los puntos positivos y negativos en un cuaderno. Esto te ayudará a ver las cosas con más claridad y a tomar las decisiones más adecuadas.
6. Una vez descansado/a, aclara las cosas con las personas implicadas, fijando tus límites, lo que necesitas, lo que quieres y lo que rechazas a partir de ahora. Pide con claridad.
El objetivo final es redescubrir el amor, la confianza, la alegría y la paz interior.
Lo mejor es reanudar la actividad profesional gradualmente, por etapas. Escúchate bien, no te sobrevalores. Cuando vuelvas a estar al 100%, lo notarás.
El burnout suele ser objeto de seguimiento por uno o varios médicos, incluido un psiquiatra. Es difícil superarlo sin ayuda, así que no dudes en buscar apoyo profesional.
La ayuda de los Aceites Esenciales
La Aromaterapia es muy útil ante un cuadro de burnout.
Los aceites esenciales actúan sobre todos los sistemas al mismo tiempo. Además, el aroma de cada aceite esencial calma instantáneamente las emociones y devuelve la energía positiva.
A TRATAR | ACEITES ESENCIALES | APLICACIÓN |
Fatiga extrema, agotamiento | Abeto blanco Pino silvestre Pícea negra | Verter unas gotas en la cara interna de los antebrazos y sobre el pecho. |
Astenia total | Saro | Friccionar 1-2 gotas en la nuca, el cuello + 1-2 gotas en la parte baja de la espalda. |
Pérdida de interés | Hierbaluisa | 1 gota en la lengua por la noche al acostarse, durante 27 días. Toma hidrolato de Hierbaluisa (1 cucharadita en 1 vaso de agua, 3 veces al día). |
Sensación de estancamiento | Enebro | Vierte 1-2 gotas sobre la parte superior del cráneo. Siéntate en postura de meditación con la espalda recta. Cierra los ojos durante 10 minutos. |
Dificultad para conciliar el sueño | Lavanda Ylang-ylang | Vierte unas gotas sobre la almohada. Toma hidrolato de Lavanda (1 cucharadita en 1 vaso de agua por la noche). Vierte 1 gota en el ombligo y masajea en círculos a su alrededor. |
Digerir las emociones | Estragón | Diluir 1 gota en una cucharadita de aceite vegetal de oliva y friccionar la zona del plexo solar. Bebe hidrolato de Estragón (1 cucharadita en 1 vaso de agua, 3 veces al día). |
Tomar una decisión | Angélica (raíz) | Friccionar 1 gota en las plantas de los pies cada mañana. Tomar hidrolato de Angélica (1 cucharadita en 1 vaso de agua, 3 veces al día). |
Ansiedad | Petitgrain bigarade | Friccionar el vientre y los antebrazos con 2-3 gotas de AE. Tomar hidrolato de Nerolí (1 cucharadita en 1 vaso de agua, 3 veces al día). |
Padecer un burnout es como entrar en un túnel oscuro desprovistos de toda energía vital. El más mínimo esfuerzo se convierte en una dura tarea.
Aceptar tu estado es el primer paso en el proceso de curación. El descanso es esencial. Cuestionarse es otro paso indispensable para realizar los ajustes necesarios en tu vida y cambiar aquello que sea necesario cambiar.
Los cambios de humor, la irritabilidad, el insomnio y la alimentación compulsiva, son señales que no debes ignorar.
El burn-in y el burn-out son situaciones que deben tomarse en serio, tanto física como psicológicamente, ya que pueden alterar profundamente el sistema endocrino y conducir a la depresión.
Plantéate realizar un tratamiento integral (seguimiento médico, actividad física, nutriterapia, Aromaterapia, etc.).
Lectura complementaria:
Burnout: el punto de ruptura