El Mirto es un arbusto perteneciente a la familia de las Mirtáceas. Dependiendo de su procedencia geográfica y de las condiciones en las que crece (suelo, clima, insolación, higrometría…), produce aceites esenciales con moléculas muy diferentes, lo que se traduce en diferentes quimiotipos. Y diferentes quimiotipos, significa, invariablemente, diferentes propiedades e indicaciones terapéuticas.
En Aromaterapia se trabaja principalmente con tres aceites esenciales de Mirto:
– Mirto limón (Backhousia citriodora)
– Mirto rojo (Myrtus communis QT acetato de mirtenilo)
– Mirto verde (Myrtus communis QT cineol)
Veamos en detalle cada uno de ellos.
Aceite Esencial de Mirto limón
Olvídate de Myrtus y olvídate de communis. El Mirto limón no se parece en nada a los otros dos, ya que esta vez su nombre en latín es Backhousia citriodora F. Muell. El barón Ferdinand von Müller lo bautizó así en honor al botánico inglés James Backhouse y al aroma alimonado característico de este arbusto.
Su origen geográfico también es diferente. Procedente de Australia y sus selvas tropicales. Sus hojas se destilan para obtener un aceite esencial delicado y perfumado. En cuanto al olor, no hay sorpresa si nos atenemos a su nombre. Basta con frotar unas hojas entre las manos para disfrutar de su aroma a caramelo de limón. En cuanto a su color, amarillo, por supuesto.
Las principales moléculas que componen este aceite esencial son: citrales (neral y geranial), isoneral, isogeranial y linalol.
Se destacan sus propiedades antiséptica, antibacteriana, antifúngica y antiviral. Útil en todo tipo de infecciones bacterianas y fúngicas, así como para el tratamiento del Molluscum contagiosum (infección de origen viral).
Aceite Esencial de Mirto rojo
Ahora sí, Myrtus communis, su quimiotipo (QT): acetato de mirtenilo (la molécula dominante).
Su origen geográfico se sitúa en Marruecos, donde puede disfrutar del sol durante todo el año. Muy utilizado en medicina y perfumería. Sus hojas se destilan para obtener un aceite esencial de aroma más fresco y dulce que el del Mirto verde. Su color también varía, volviéndose anaranjado.
Las principales moléculas que componen este aceite esencial son: α-pineno, limoneno, 1,8-cineol y acetato de mirtenilo.
Entre sus propiedades, se destacan: antiespasmódico, descongestivo venoso, expectorante y mucolítico, bactericida, antifúngico y antiviral. Útil para tratar, entre otros: bronquitis, tos del fumador, trastornos circulatorios, cólicos digestivos o como antiséptico atmosférico en difusión.
Aceite Esencial de Mirto verde
Se trata del mismo género y especie que el anterior, Myrtus communis, pero esta vez con un quimiotipo diferente: 1,8-cineol.
Originario de Córcega, este arbusto produce un aceite esencial con una elevada concentración de α-pineno y 1,8-cineol.
El aceite se obtiene por destilación de las hojas. Muy utilizado en perfumería por su aroma resinoso y ceroso. Su color puede fluctuar entre el amarillo y el verde pálido.
Las principales moléculas son: α-pineno, 1,8-cineol y limoneno.
Propiedades: expectorante, anticatarral, balsámico, antiinfeccioso, estimulante hepatocitario, inductor del sueño, descongestivo venoso y estimulante tiroideo, entre otras.
Entre sus indicaciones principales, destacan: bronquitis, sinusitis, tos productiva (grasa), infecciones urinarias (cistitis, uretritis…), hemorroides, varices, hipotiroidismo, etc.
Para conocer en profundidad estos 3 Aceites Esenciales, con propiedades e indicaciones tradicionales y energéticas, propuestas aromáticas para el tratamiento de condiciones comunes de salud, así como precauciones particulares para un empleo seguro de estos aceites esenciales,