La Fitoterapia, o terapia por las plantas, está ganando adeptos en todo el mundo. Numerosas personas la utilizan como recurso para tratar los males menores del día a día o para complementar los tratamientos clásicos de enfermedades más graves. Pero una rama de la Fitoterapia, la Gemoterapia o Yemoterapia, sigue siendo confidencial a pesar de las muchas potencialidades de esta terapia natural emergente.
La Gemoterapia
Es un desarrollo reciente de la Fitoterapia, que consiste en el empleo terapéutico de yemas y brotes jóvenes de plantas o árboles.
Precursor de la terapia, el Dr. Pol Henry, considera que las yemas poseen propiedades terapéuticas superiores a las de las diversas partes de una planta madura. Compara el brote con un embrión, que englobaría no sólo el potencial de todos los órganos de la planta (raíces, tallos, hojas, flores y frutos), sino también las propiedades adicionales que le serían propias.
Al analizar las yemas, sus tejidos revelan una composición rica en sustancias potencialmente activas, como:
● Los polifenoles, incluidos los flavonoides, que son compuestos antioxidantes reconocidos.
● Los esteroles vegetales, interesantes para reducir los niveles de colesterol.
● Los terpenos, sustancias con múltiples propiedades (analgésicos, antiinflamatorios, anti-infecciosos…).
● Los oligoelementos.
● Las Vitaminas y las sales minerales.
● Las hormonas vegetales.
A cada uno su Yema
Para preservar su integridad y potencial, los brotes utilizados en Yemoterapia se recogen en primavera y se utilizan tan pronto como sea posible tras la cosecha. Las yemas se maceran en una mezcla de Agua – Glicerina – Alcohol durante al menos 3 semanas. Después de la filtración, el macerado «madre» obtenido se puede utilizar directamente a razón de unas pocas gotas (entre 5 y 15 según los extractos) diluidas en un poco de agua.
Actualmente los extractos de yemas se comercializan principalmente bajo la forma de macerados glicerinados D1 (diluidos 10 veces en relación al macerado-madre, preparado únicamente con una mezcla de glicerina – alcohol), cuya posología varía entre 50 y 100 gotas al día.
Principales Yemas Utilizadas en Yemoterapia
● Grosella negra, es la más antigua conocida. Regula el sistema inmunológico. Interesante en el tratamiento de las alergias. También se recomienda en caso de problemas articulares y dolores tendinosos, en relación con sus propiedades drenantes y antiinflamatorias.
● El Abedul pubescente es excelente para los huesos y las articulaciones, pero también para estimular el hígado, el bazo, el páncreas, los riñones y las glándulas suprarrenales.
● El Tilo posee virtudes sedativas y calmantes, útiles para favorecer el sueño y la calidad del mismo. Se combina habitualmente con el macerado de yemas de Higuera, Abedul o Abeto para prevenir los trastornos del sueño relacionados con el estrés.
● Castaño y Castaño de Indias están indicados para las piernas pesadas, ya que estimulan el tono venoso y mejoran la circulación sanguínea, especialmente en las piernas.
● El Romero es un potente antioxidante de interés para la piel y los vasos sanguíneos. También mejora la función cerebral y protege el hígado.
● El Espino albar limita los efectos del estrés sobre el sistema cardiovascular (trastornos del ritmo cardíaco, palpitaciones, cambios en la presión arterial).
● El Olivo se recomienda para proteger el sistema circulatorio, en particular a nivel cerebral.
● El Nogal ayuda a restaurar y equilibrar la flora intestinal.
● El Frambueso es eficaz en el tratamiento de los trastornos hormonales.
● Secuoya y Roble se recomiendan para luchar contra las consecuencias del envejecimiento.
● El Arándano rojo es igualmente útil contra el envejecimiento, pero también es antiespasmódico, diurético y anti-inflamatorio.
Remedios para un Invierno sin Contratiempos
Para luchar contra las enfermedades invernales, algunas personas eligen la Gemoterapia entre las medicinas suaves. Estas son algunas de las aplicaciones de los macerados de brotes para conocer en periodo invernal:
● La Grosella negra por sus cualidades adaptógenas. Modula las respuestas del organismo a las agresiones externas a las que debe hacer frente durante el invierno (fatiga, estrés, dolores articulares relacionados con la humedad, erupciones cutáneas amplificadas por la falta de sol, infecciones ORL y respiratorias).
● El Nogal, en forma de cura de otoño tras una cura de probióticos, puede ser beneficioso para el equilibrio de la flora intestinal, a menudo dañada por las epidemias de gastroenteritis.
● El Romero estimula la actividad cerebral, la circulación sanguínea y la función hepática. El otoño es la estación más propicia para efectuar una cura con el fin de proteger el hígado durante el período invernal.
● Las yemas de Higuera actuarán en profundidad sobre el sistema endocrino, mejorando todo lo relacionado con el estado de ánimo y psicosomático. Por lo tanto, el estrés, los trastornos de ansiedad o la depresión estacional, pueden aliviarse con estos brotes.
● El Arándano rojo complementa la acción de otros brotes para fortalecer los sistemas circulatorio e inmunitario antes del inicio del invierno. Sus propiedades anti-artríticas son también un plus en esta época del año.
Sin efectos indeseables, los extractos de yemas de Yemoterapia pueden encontrar su lugar a la hora de combatir los pequeños trastornos de salud del día a día, pero también como complemento de los tratamientos convencionales en el caso de patologías más graves.
Lectura Complementaria: