Muslos, nalgas, vientre y otras zonas de nuestro cuerpo… ¡la celulitis no nos concede tregua! Es el enemigo número uno de las mujeres debido a su antiestético efecto «piel de naranja» . Por desgracia, dependiendo de su localización, no siempre nos resultará sencillo «camuflarla».
La celulitis aparece cuando los depósitos de grasa atraviesan el tejido conectivo debajo de la piel. Celulitis es el término que se emplea para definir la formación de bultos y hoyuelos. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, pero es más común entre el género femenino, debido a las diferentes distribuciones de grasa, músculo y tejido conectivo. Se calcula que entre el 80 y el 90 por ciento de las mujeres, pueden experimentar celulitis en algún momento de sus vidas.
La causa exacta de la celulitis se desconoce, pero parece ser el resultado de una interacción entre el tejido conectivo en la capa dermatológica (que se encuentra debajo de la superficie de la piel) y la capa de grasa (que está justo debajo). En las mujeres, las células de grasa y el tejido conectivo en esta capa, están dispuestos verticalmente. Cuando las células de grasa sobresalen, dan la apariencia de celulitis. En los hombres, el tejido tiene una estructura entrecruzada, lo que puede explicar por qué es menos probable su aparición.
Las hormonas probablemente desempeñen un papel importante en el desarrollo de la celulitis. El estrógeno, la insulina, la noradrenalina, las hormonas tiroideas y la prolactina, son parte del proceso de producción de la celulitis.
Algunas teorías afirman que a medida que disminuye el estrógeno en las mujeres durante la menopausia, el flujo de sangre al tejido conectivo debajo de la piel también disminuye. Una circulación más baja significa menos oxígeno en la zona, lo que resulta en una menor producción de colágeno. Las células grasas también aumentan a medida que disminuyen los niveles de estrógeno.
Estos factores se combinan para provocar que los depósitos de grasa sean más visibles. A medida que la grasa debajo de la piel sobresale a través del debilitamiento del tejido conectivo, se produce el familiar efecto de hoyuelos.
La edad también hace que la piel pierda elasticidad, sea más fina y aumenten las probabilidades de que se hunda, lo que favorece el desarrollo de la celulitis.
Vigilar muy atentamente la alimentación, así como practicar actividad física de forma regular, serán factores determinantes a la hora de deshacerte de ella, o al menos suavizarla. Sin embargo, para una acción mejorada, es importante atacar a la celulitis con un tratamiento adelgazante adecuado…
>> Aceite Drenante Anticelulítico: una receta muy aromática…
En un frasco de vidrio tintado de 50 ml, mezcla los siguientes aceites:
● 20 gotas de aceite esencial de Pomelo (Citrus x paradisi), que favorece la fluidificación de las grasas.
● 5 gotas de aceite esencial de Jengibre (Zingiber officinale), antioxidante y tonificante.
● 20 gotas de aceite esencial de Cedro del Atlas (Cedrus atlantica), que promueve la circulación sanguínea y linfática.
Rellena el resto del frasco con aceite vegetal BIO de Avellana o Argán.
Agita bien la mezcla antes de cada uso y aplícala sobre las zonas a tratar 2 veces al día: mañana y noche. Para que el masaje sea efectivo, debe ser tónico, siempre subiendo hacia el corazón, para un efecto estimulante y drenante.
No olvides insistir enérgicamente en las zonas más rebeldes de tu cuerpo.
