Aunque se ha vuelto casi imposible ignorar la epidemia de COVID-19, es necesario actuar razonablemente. ¿Y qué dicta la razón? Susurra a nuestros oídos una serie de comportamientos que favorecerán el regreso a la normalidad lo antes posible.
Si vamos a recurrir a los aceites esenciales, cuyas propiedades antivirales son indiscutibles, es importante destacar las contraindicaciones que deberemos respetar.
En primer lugar, y ya que son los primeros afectados por el virus, recordemos que los ancianos son uno de los grupos a los que debemos prestar especial atención. Si vamos a administrarles aceites esenciales, es necesario tener en cuenta los tratamientos medicamentosos a los que se someten de forma regular. La diabetes, el colesterol, los trastornos respiratorios, neurológicos y circulatorios, deben ser tenidos muy en cuenta.
En lo concreto: si se opta por el uso del AE de Tomillo, se dará prioridad al Tomillo QT tujanol frente al QT timol, para no imponer a una persona debilitada toda la potencia de los fenoles cuando no es necesario. Lo mismo sucede con el AE de Canela de Ceilán, cuyos aldehídos lo convierten en un potente antimicrobiano, pero a la vez son irritantes.
¡Atención a los Eucaliptos!
Todos conocemos el aroma típico del eucalipto, que lo proporciona principalmente una molécula, antes conocida como eucaliptol y ahora como 1,8 cineol. La encontramos muy concentrada en los AE de Eucalipto globulus y radiata, pero también en proporciones nada despreciables en los aceites esenciales de Ravintsara, Saro (Mandravasarotra), Laurel, Árbol del té, Mirto verde, Helicriso de Madagascar…
Algunas reglas básicas cuando se emplean estos AE ricos en 1,8 cineol:
● Nunca utilizar en niños menores de 3 años.
● En dosis elevadas puede inducir ataques epilépticos y convulsiones.
● No debe utilizarse en personas asmáticas, tampoco durante los 3 primeros meses de embarazo ni durante la lactancia.
● El 1,8 cineol es una molécula secante que no conviene a los bronquios de todo el mundo, ciertamente no es adecuada para las personas asmáticas, y en personas fumadoras, hay que administrarla con prudencia.
Los + Recurridos del Momento
Un estudio canadiense reveló que, en la fase de vapor, los aceites esenciales de Bergamota (Citrus bergamia), Eucalipto radiata (Eucalyptus radiata), Geranio (Pelargonium graveolens), Canela de Ceilán (Cinnamomum zeylanicum), Lemongrass (Cymbopogon flexuosus) y Tomillo (Thymus vulgaris), son activos frente el virus de la gripe.
Los resultados de otro estudio realizado en Australia, revelaron que los aceites esenciales de Árbol del té (Melaleuca alternifolia) y Eucalipto polibractea (Eucalyptus polybractea) presentan una importante actividad antiviral frente al virus de la gripe aerotransportado (transmitido por el aire). El estudio revela que el aceite esencial de Árbol del té es capaz de inactivar completamente el virus.
En conclusión, los estudios señalan que estos aceites esenciales podrían utilizarse de forma efectiva como desinfectante frente a una amplia gama de microorganismos, tanto en forma de aerosol como en un filtro.
Árbol del té, Bergamota, Tomillo QT tujanol… actúan suavemente para una prevención efectiva. Unas pocas gotas de cada uno de ellos en un difusor de aceites esenciales para una inhalación de 5 minutos, 1-2 veces al día en prevención, y cada 2-3 horas en caso de síntomas similares a los de la gripe.
También se puede realizar un masaje con la misma mezcla (2 gotas de cada aceite esencial) en cuello, pecho y espalda, 3 o 4 veces al día (esto no es una cura para el coronavirus, ¡todavía no existe!). Una vez más, es imprescindible leer atentamente las contraindicaciones de los aceites empleados y buscar asesoramiento profesional en caso de duda.
Se están realizando estudios sobre las cepas del SARS-CoV. Actualmente se piensa que el aceite esencial resultante de la destilación de las bayas de Laurel es capaz de neutralizar este tipo de virus. ¡Atención! la mayoría de los aceites esenciales de Laurel se obtienen a partir de la destilación de las hojas. Las moléculas no son las mismas, y la que marcaría la diferencia es la Beta-ocimeno: una molécula presente con relativa poca frecuencia en los aceites esenciales.
Algunas Consideraciones Generales
Las personas más directamente afectadas por la mortalidad de esta epidemia son los ancianos, cuyos sistemas inmunitarios están debilitados. Por el contrario, parece que los niños son generalmente asintomáticos. De manera que, si sois padres de niños pequeños, no hay necesidad de entrar en pánico. Es importante mantener la calma, el buen humor y la alegría de vivir, todas ellas condiciones necesarias para un sistema inmunitario óptimo.
Así pues, lo más sensato es aplicar las recomendaciones clásicas de los períodos de epidemias, a saber:
● Lavarse las manos regularmente con agua y jabón. Podemos además preparar un gel de manos desinfectante a base de alcohol, aloe vera y aceites esenciales. Si tienes la necesidad de trasladarte en transporte público, usa guantes. Cuando llegues a casa quítatelos con cuidado y tíralos a la basura. Los coronavirus sobreviven de varias horas a varios días sin un huésped.
● Toser y/o estornudar en el codo o en un pañuelo desechable: el virus se transmite a través de las gotitas expulsadas mediante estas dos acciones.
● No saturar las salas de espera de los hospitales y centros médicos por un simple resfriado, a riesgo de salir más enfermo/a que cuando entraste.
● La contención (confinamiento) sigue siendo la mejor forma de protegerse hasta que se descubra cómo combatir el virus. Reducir al máximo los viajes y el acceso a lugares públicos no debe ser vivido como una limitación, sino como una decisión personal, voluntaria y responsable cargada de sentido común.
● Practiquemos el pensamiento positivo para ayudar a nuestro sistema inmunitario a mantenerse en un estado saludable.
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+ 5% de aceites esenciales (por ejemplo: 1% de AE de Árbol del té + 2% de AE de Bergamota + 2% de AE de Ravintasara). Puedes reemplazar un 1% de Bergamota por un 1% de Albahaca sagrada (Ocimum sanctum).
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