Celebrado, amado, incluso adorado desde los albores de los tiempos, el perfume practica el arte de tocar, con delicadeza, lo íntimo en cada uno de nosotros.
Símbolo de comunicación con lo divino, sueño de lo absoluto y motor de emociones instantáneas, el perfume nos viste con su velo inmaterial y fugaz para luego destilar, en lo más profundo de nosotros, la esencia de la felicidad y de la belleza.
Como un confidente cuidadoso y protector, el perfume nos ofrece la posibilidad de expresar nuestro sentir emocional. Con él, es y se hace posible esbozar una sonrisa, generar confianza y procurar la fortaleza para estar, en definitiva, en perfecta armonía con uno mismo en el equilibrio de la paz interior…
Por supuesto, todo esto se lo debemos a la mecánica de nuestra nariz y nuestro cerebro, que colaboran en perfecta sintonía para permitirnos oler, sentir y experimentar nuevas sensaciones cada día. Ésta es la magia inefable del perfume, sobre la cual, por fortuna, nuestra mente racional no tiene ningún control.
En contacto con el perfume, hay un «antes» y un inevitable «después». Y en esto precisamente se centra la Olfatoterapia. Un enfoque que destaca el impacto de los olores, y en particular de los aromas naturales y vivos de los aceites esenciales, sobre nuestros estados de ánimo y de ser. Este método psico-emocional, permite deshacer los nudos del pasado que obstaculizan nuestro presente.
Esta mayéutica olfativa, nos brinda la oportunidad de dar a luz palabras que nos abarrotan y de disipar con delicadeza nuestros males. Respirar y aplicar conscientemente los aromas de los aceites esenciales, nos aporta un plus en bienestar, confort y placer.
Beneficios de la Olfacción
La olfacción forma parte de los cinco sentidos. Numerosos estudios han demostrado que los olores actúan de diversas y variadas maneras sobre nuestra fisiología y nuestra psique. Ya sea que se trate de la reminiscencia de recuerdos profundamente enterrados, o para calmar el insomnio, o incluso para acentuar o atenuar tal o cual comportamiento, la Olfatoterapia es beneficiosa cuando queremos utilizar nuestras facultades olfativas, latentes en cada uno de nosotros, para obtener un efecto de simple bienestar o incluso directamente terapéutico.
De todas las informaciones proporcionadas por los cinco sentidos, únicamente los olores, transportados por la olfacción, penetran, casi con allanamiento de morada (sin filtraje ni control), en el cerebro límbico: ejercen sus efectos incluso antes de la percepción y el reconocimiento consciente, como en una especie de percepción subliminal. Por este motivo, cada vez son más los terapeutas y psicoterapeutas que utilizan como soporte olfativo un aceite esencial cuidadosamente seleccionado, que ofrece al cliente una emoción positiva, tranquilizadora y de apoyo, cuyo olor lo invitará a «viajar» a lo más profundo de su ser para sanar sufrimientos y heridas profundas.
Cómo Utilizar los Aceites Esenciales para Sentirse Mejor
En Masaje, en Aplicación local, en el Baño
Los aceites esenciales penetran a través de la piel y circulan por el torrente sanguíneo hasta los órganos que necesitan las moléculas que contienen. Cada aceite esencial utiliza un determinado emuntorio, órgano o función corporal: hígado, pulmón, tracto urinario, piel, intestino grueso, etc.
Incluso en uso externo, cada aceite esencial actúa a su manera, tanto física como psicológicamente.
En Difusión, en Olfacción
A través de la olfacción, «ingerimos» las moléculas de las plantas difundidas, que actúan directamente sobre el órgano o función que necesita ser tratado. Los estímulos que percibimos por la nariz son captados por los filamentos sensoriales, que conducen estos estímulos directamente al asiento de las emociones en el cerebro (la zona del rinencéfalo), donde cada olor hace referencia a una imagen, un recuerdo, una evocación, una emoción… La memoria profunda es estimulada para recibir información emocional de los olores y fragancias. Como resultado, podemos, mediante la olfacción de los aceites esenciales, identificar las diferentes causas del sufrimiento.
De este modo, combinando las propiedades bioquimicas terapéuticas e informaciones olfativas más sutiles, la difusión de los aceites esenciales se revela al mismo tiempo agradable y útil para enfocarse tanto en el aspecto psico-emocional de la persona, como en su fisiología.
Aceite Esenciales Psico-Emocionales
Albaha Exótica o Tropical
Equilibrante del sistema nervioso, este aceite esencial libera de la tristeza y la melancolía. Ayuda a «digerir» los rencores y los duros golpes de la vida.
Benjuí (absoluto)
Ayuda a combatir la ansiedad crónica o la depresión latente. Permite calmar y recargar la mente; ofrece consuelo y aliento.
Bergamota
Calmante, relajante, optimizante y positivante en caso de baja moral, de angustia y de estrés. Ayuda a recuperar la confianza en uno mismo.
Cedro del Atlas
Relajante y reconfortante, es el anti-depresivo por excelencia.
Combava
Calma el sistema nervioso, alivia la angustia y actúa sobre el aspecto emocional del dolor.
Fragonia
Crea las condiciones de paz y armonía entorno a uno mismo, facilita la introspección, libera las energías negativas y reequilibra las emociones.
Geranio Bourbon
Calmante, armonizante y adaptógeno, favorece la confianza en uno mismo, la tenacidad y la constancia, tonificando la mente.
Helicriso Italiano
Repara los «moretones del alma», especialmente las heridas psicológicas de la infancia. Ayuda a salir de situaciones difíciles, a superar los bloqueos y establecer objetivos.
Incienso Olíbano
Armonizante del sistema nervioso, disuelve las tensiones nerviosas y las angustias.
Jara
Ideal para regular el sistema nervioso y centrarse en lo esencial.
Jengibre Mariposa (Hedychium coronarium)
Anti-estrés y relajante, ejerce una potente acción psico-emocional y sobre el sistema nervioso. Favorece la confianza en uno mismo, la toma de referentes y la conexión con el mundo exterior.
Laurel
Proporciona fuerza y coraje a las personas que se subestiman.
Lavanda
Regulador del sistema nervioso, reduce la irritabilidad y el estrés. Ayuda a combatir la hiper emotividad y los cambios bruscos de humor. Es armonizante y adaptógeno.
Manzanilla Romana
Relajante, armonizante y anti-estrés. Es ideal en caso de shock emocional, trastornos de ansiedad y del sueño.
Naranja Dulce
Positivante y reequilibrante, calma las tensiones y aporta buen humor y optimismo.
Nardo
Calmante, relajante, anti-depresivo y armonizante. Es ideal en caso de fatiga emocional, ayuda a restablecer el vínculo cuerpo-espíritu. También cura los miedos.
Palo de Rosa
Positivante y calmante, favorece la relajación del sistema nervioso. Se recomienda en caso de sobrecarga intelectual, de fatiga o de baja moral. Despeja las ideas «oscuras», levanta la moral y aligera el sentimiento de humillación.
Petitgrain Bigarade
Calmante, antiestrés, este a.e. es un potente armonizante en los planos emocional y afectivo. Equilibrante del sistema nervioso, reconforta los corazones heridos y solitarios.
Pícea Negra
Positivante y neurotónico, ayuda a tonificar la mente y a recuperar la claridad de espíritu.
Ylang-Ylang Completo
Calmante, anti-estrés, relajante, equilibrante del sistema nervioso, es ideal para aflojar las tensiones nerviosas y las angustias. Protege de la agitación, de las decepciones, proporciona armonía y serenidad.
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