Un Hidrolato es el agua aromática que se obtiene tras la destilación por vapor o la hidrodestilación de material botánico. Hidrolato es en realidad un término químico que significa «solución acuosa».
Si estos vegetales empleados en la destilación son aromáticos, se obtendrá Hidrolato y Aceite Esencial. Si no son aromáticos, únicamente se obtiene hidrolato (a veces una cantidad muy pequeña de aceite esencial, pero realmente en forma de trazas).
En el caso de las flores, como la Rosa de Damasco, por ejemplo, estos extractos reciben el nombre de Aguas Florales.
La Hidrolaterapia nace como resultado de utilizar esta agua condensada, coproducida durante la destilación, con un propósito Aromaterapéutico.
Los hidrolatos concentran todos los compuestos volátiles de la planta solubles en agua, además de un contenido más o menos concentrado de aceite esencial. El principal interés de estos es que están compuestos principalmente de agua, por lo tanto, pueden ser utilizados prácticamente por todo el mundo, incluso por las mujeres embarazadas y los bebés. Digamos que se trata de la versión suave de la Aromaterapia.
Expertos destiladores destilan el material vegetal expresamente para obtener los hidrolatos y las aguas florales. De esta práctica se obtienen hidrolatos con un aroma y un beneficio terapéutico superior. Sin embargo, la mayoría de los hidrolatos se producen simplemente como resultado de la destilación de aceites esenciales.
Los hidrolatos son mucho más suaves que sus homólogos de los aceites esenciales y, en general, pueden utilizarse directamente sobre la piel sin necesidad de ser diluidos. Son una verdadera terapia aromática, y bien podrían considerarse «la Homeopatía de la Aromaterapia». Los hidrolatos representan una auténtica sinergia entre la Herbolaria y la Aromaterapia.
Indicaciones Terapéuticas de algunos Hidrolatos y Aguas Florales
● Azahar: estrés, ansiedad, depresión, insomnio, nerviosismo, hiperactividad, equilibrante cutáneo, perfume de ambiente.
● Incienso: tónico general, antiinflamatorio, diurético, uterotónico, anti-infeccioso, inmunoestimulante, regenerador cutáneo.
● Laurel: digestivo, anti-infeccioso, antálgico, pieles mixtas y con problemas, cabellos.
● Lavanda: sedativo, antálgico, antiinflamatorio, repelente de insectos, cicatrizante, irritaciones cutáneas.
● Manzanilla romana: antálgico, antiinflamatorio, espasmolítico, calmante y relajante, pieles delicadas y sensibles, cabellos.
● Melisa: sedativo, calmante, hipotensivo, antiviral, tónico y antioxidante, calmante, suavizante.
● Menta piperita: digestivo, refrescante, circulatorio, antálgico, pieles con problemas, pieles opacas.
● Romero QT verbenona: tónico nervioso y cardiovascular, desintoxicante, mucolítico y expectorante, pieles con problemas, cabellos grasos.
● Rosa: equilibrante nervioso, calmante, afrodisíaco, pieles secas, pieles sensibles, pieles maduras, perfume.
● Salvia esclarea: regulador hormonal, equilibrante nervioso, purificante, astringente.
● Tomillo QT tujanol: anti-infeccioso, tónico nervioso, inmunoestimulante, calentador, purificante y desinfectante cutáneo, higiene bucal, pieles grasas y acnéicas.
Usos y Aplicaciones de los Hidrolatos y las Aguas Florales
Tienen una variedad de usos, que van desde el bienestar y el cuidado personal, hasta las tareas domésticas básicas o el uso culinario, para enriquecer y aportar un toque original y exótico a nuestros platos, postres y bebidas.
Los hidrolatos se pueden aplicar tanto por vía interna como externa sin necesidad de tomar ningún tipo de precaución importante. Se pueden tomar en infusión o tisana, es decir, mezclados con agua templada, o aplicar en pulverización oral, en gotas y también como tónico cutáneo.
Vía Interna
La administración del hidrolato por vía oral es la más eficaz desde el punto de vista terapéutico. Una cura de varias semanas con hidrolato es mucho más eficaz, por ejemplo, durante un cambio de estación o para reforzar el sistema inmunitario en época de epidemias.
Normalmente se beben en un vaso de agua, a razón de una cucharadita de hidrolato, o bien durante todo el día diluyendo una cucharada en un litro de agua sin gas. Las curas suelen durar unos 20 días, que se corresponden con el consumo de un frasco de hidrolato de 200 ml. El agua que se utiliza como excipiente del hidrolato deberá ser preferentemente templada o caliente, y lo más pura posible, para facilitar la digestión.
Existe un buen número de tratamientos de tipo energético o psicoemocional que llegan a los 40 días de duración, porque el número 40 posee un poder energético primordial, tanto en la mitología, como en la historia de la humanidad; por ejemplo, 40 fueron los días que Jesús ayunó en el desierto. Los 20 primeros días de una cura con hidrolato sirven para despejar el terreno, los otros 20 para integrar algo nuevo en la fisiología.
Sin duda, los hidrolatos son muy buenos para drenar en profundidad porque actúan «sobre el terreno» en cada persona, y cuando se toman por vía oral, influyen directamente en todo el aparato digestivo, cuyo funcionamiento correcto es indispensable para estimular las defensas inmunitarias.
Los hidrolatos también se pueden usar para hacer gárgaras o enjuagues bucales, lavados de nariz, ojos u orejas, para combatir infecciones. Ante una infección bucal, por ejemplo, se puede pulverizar el hidrolato directamente en la zona afectada; si la infección es ginecológica, se puede usar el hidrolato para irrigar la vagina, ya sea en estado puro o con una concentración de entre el 20 y el 50% mezclado con agua.
En caso de ayuno o cualquier otra cura de desintoxicación, se recomienda realizar lavativas con hidrolatos, a razón de dos cucharadas en un litro de agua. Ni qué decir tiene que el uso de los hidrolatos en las irrigaciones de colon es de gran utilidad.
Vía Externa
Los hidrolatos son productos tan inofensivos que se adaptan particularmente a los tratamientos cosméticos, por vía externa como loción o tónico para el cuerpo y el rostro. Son excelentes para aliviar todos los problemas de la piel, no sólo heridas, sino también eccemas, psoriasis, etc.
En este sentido, se utilizan empapados en algodón, en pulverizaciones directas o en compresas. Se pueden usar también para perfumar el agua del baño, y además, no necesitan de ningún excipiente, a diferencia de los aceites esenciales.
Se pueden incluir en la fabricación de productos cosméticos, como mascarillas o cremas de origen vegetal y totalmente naturales, es decir, exentas de colorantes, conservantes químicos y demás productos de origen mineral o animal.
El hidrolato se adapta perfectamente como purificador atmosférico y energético, se puede verter una cucharadita de uno u otro hidrolato en el agua de fuentes interiores, por ejemplo, o bien pulverizar la casa o el despacho e incluso purificar cristales. La imaginación no tiene límites…
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